Allá por el 1977 abrió sus puertas la Tasca El Pollo en Benicàssim. Comenzó como un proyecto de dos amigos de la mili, que tras haber abierto una pollería en Castellón, se decidieron a dar el salto con una tasca en la playa. Sumándose a ese sueño, el hermano de uno de ellos. En aquel momento tenían muy poco sitio, tanto en la cocina, como en la barra; por no hablar de las pocas mesas con las que contaban.